miércoles, 30 de marzo de 2011

Fotos del Evento

Todo salío muy bien. Falta aún mucho por hacer, pero se cumplío el papel informativo y de formación cultural del evento. ¡Gracias a todos!














jueves, 24 de marzo de 2011

Una flor, una mujer…


Una flor puede provocar distintas experiencias que pueden ser: visuales, olfativas y que podemos sentir por el tacto.
Las flores nos pueden traer recuerdos y emociones, a través de muy variadas situaciones; como son los encuentros, los momentos especiales, las despedidas y separaciones.
Existen muchos tipos de flores y crecen en lugares distintos, tan accesibles como difíciles de alcanzar; algunos lugares permiten su desarrollo y otros lo dificultan.
La mujer vive mil experiencias y forma parte de nuestras experiencias en cada etapa de nuestras vidas.
Las vivencias diarias en las que compartimos con una madre, una hermana, una amiga, una compañera, una maestra, una novia, una pareja, etc., siempre le dan un sentido especial y diferente a nuestra realidad y la enriquecen.
Cada mujer es un mundo y hay infinidad de ellas, cada momento que volvemos a tratar a una, encontramos algo de nosotros oculto, que sólo ellas saben hacer visible.
Como una flor puede crecer libre y maravillarnos, una mujer puede sorprendernos y sin necesitarlo apoyarse en los demás.
Una flor arrancada y deshecha por placer o ira, no puede defenderse; así como unas lágrimas contenidas no pueden aliviar una pena.
El respeto que le damos a una flor o a una mujer, es el respeto que nos damos a nosotros mismos.
Ni una flor más, debe marchitarse sin ser valorada.
Ni una mujer más, debe vivir sin el respeto y amor que merece.

Por: Arturo Emmanuel Rodríguez Rodríguez

"No más amenazas de muerte"

Autor: Luis Fernando Serrano Delgadillo

La mujer precursora y vencedora en su lucha sin violencia


Nadia Fernández

La mujer y su rol iniciaron hace ya casi 195,000 años, en cuanto el maravilloso proceso de la evolución dió paso a la especie del homo sapiens, Si bien su aportación durante gran parte de la historia fue la de procrear, cuidar de los niños, y procurar el hogar, no significa que haya sido menos que el hombre; ya que eso sería ignorar su esfuerzo, dedicación, voluntad, y amor hacia la estructura que hoy por hoy es la base de la sociedad, la familia. La mujer desde siempre aportó, luchó por ella y los suyos; muchas veces de manera aparentemente pasiva, muchas de ellas fueron madres, esposas y hermanas consejeras de grandes hombres. Los cambios, ocurridos en distintos tiempos de la historia como la: Revolución Industrial de mitad del siglo XVIII y principios XIX, las transformaciones tecnológicas culturales y económicas entre otras, posibilitaron el movimiento feminista, en que en mayor medida se ha llevado a cabo sin violencia, y la cual mantiene como objetivo: la igualdad de género, a través del ejercicio del voto. La mujer ahora exige las mismas oportunidades, en educación, el ámbito profesional y laboral, respeto por parte de la familia; con la finalidad de evitar maltrato y marginación; así como el derecho a decidir sobre su sexualidad, y número de hijos.

Esta aspiración de mejores condiciones de vida para nosotras no han sido esfuerzos aislados sino la lucha de muchas mujeres valerosas, las cuales nos otorgaron un gran e invaluable ejemplo de esfuerzo y sacrificio, Frida Kahlo en 1907, retó al mundo con su visión artística, En 1900 Helen Keller, primera persona Sordo ciega en la Universidad, 1910 Florence Nightingale, madre de la enfermería moderna, 1911 Marie Curie en 1911, científica. En 1963 Valentina Vladimírovna Tereshkova, primera mujer en el espacio, y ya en el 2008 Oprah Gail Winfrey, entre muchas más.

En la actualidad la mujer cuenta con oportunidades jamás vistas, o imaginadas, en los distintos campos; laborales, empresariales, políticos, deportivos, científicos, artísticos, literarios, moda, líderes de opinión. Muchas de ellas sin perder incluso su instinto maternal y en muchos de los casos inclusive reemplazan y cubren necesidades anteriormente solo dadas por los varones. Hoy en día tener tantas oportunidades no garantiza el éxito; debemos prepararnos y exigirnos igual o más que nuestras antepasadas. La lucha debe continuar, sabemos que nos encontramos en una sociedad aun más exigente, la cual requiere buenas profesionistas y trabajadoras, pero que a la vez demanda excelentes madres. No podemos olvidar e ignorar este último punto y no por el solo hecho de permitir la vida; si no el de formarla, es decir tenemos el poder de construir a hombres y mujeres, preocupados y ocupados por su sociedad y su medio. Estos individuos deberán marcar nuevas diferencias para bien de un mundo que así lo exige pero sobre todo que lo necesita.

Correo electrónico: cocoaime512@yahoo.com.mx